Las instalaciones fotovoltaicas son aquellas que aprovechan la radiación solar para producir energía limpia a través de las células fotovoltaicas. Pero, ¿Qué tipos de instalaciones fotovoltaicas existen?

Actualmente, las instalaciones fotovoltaicas se usan en todo tipo de edificaciones, tanto en industrias y empresas como en viviendas. Su uso está creciendo a medida que se conocen sus ventajas y la tecnología avanza. Eso sí, hay distintos tipos de instalaciones dependiendo de las necesidades y el lugar donde se requiera la instalación.

Instalaciones solares aisladas

Este tipo de instalaciones se dan en viviendas o edificios industriales en los que no hay acceso a la red eléctrica, no existe un contrato con alguna compañía eléctrica, o se quiere la desconexión en caso de que sí hubiera contrato.

En este tipo de proyectos, se usan paneles solares, inversor de aislada, baterías, y un regulador de carga. Los inversores de aislada pueden generar su propia red para el consumo que se necesite con sólo los elementos mencionados.

La otra alternativa para conseguir energía en viviendas o naves aisladas sería usar un generador de gasolina. Sin embargo, es más caro y contaminante. La solución de instalar un proyecto de energía solar aislada es la mejor opción en estos casos.

Instalaciones de conexión a red

Este tipo de proyectos se conocen también como instalaciones de autoconsumo directo. En este caso, se puede instalar en cualquier vivienda, nave industrial o edificio donde hay suministro de una compañía eléctrica. Estas instalaciones tienen el objetivo de reducir el consumo de energía de la red. De esta manera, el cliente puede conseguir un ahorro importante en la factura eléctrica.

En estos proyectos, se usan paneles solares y un inversor de conexión a red. Estos inversores usan la red eléctrica y se sincronizan para aportar al consumo la energía que se ha producido gracias a los módulos solares.

Otros tipos de instalaciones

Existen otros sistemas en los que se combinan aspectos de los dos tipos de instalaciones que hemos comparado. Este es el caso de las instalaciones de autoconsumo con baterías, que necesitan de un inversor híbrido para su funcionamiento.

Otro caso es el de las novedosas instalaciones de autoconsumo compartido, que se están comenzando a implementar. Se trata de instalaciones capaces de suministrar energía a un complejo de viviendas.

Así, vemos que las instalaciones fotovoltaicas se pueden adaptar a las necesidades concretas de un cliente. De esta manera, y con el desarrollo de las tecnologías, las energías renovables, y en concreto la solar, está creando un camino para lograr una sociedad más sostenible.


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